16/11/15

El puente tecnológico del autismo *


El puente tecnológico del autismo
 Marco Islas-Espinosa.- “Los cerebros son diferentes, son de personas distintas y esas personas merecen respeto, así como respetamos la diferencia de género, de religión, de razas”, dice el Dr. Ernesto Reaño para describir a la condición autista como un tema de Neurodiversidad más que una enfermedad clínica.

Para este peruano lo que para muchos mexicanos fue una enfermedad mental, no es más que parte de la evolución neuronal y la diversidad genética. Doctorado por la Universidad de La Sorbona en Ciencias del Lenguaje Reaño viaja por el mundo hablando sobre la “Electronalidad y el autismo”: la conexión de la tecnología y la evolución neuronal.

Para este psicólogo la humanidad ha pasado por un desarrollo neuronal que ahora podemos dividir en tres etapas sociolinguísticas: oralidad, escribalidad  y la actual, la electronalidad. “Por eso es ilógico que le pidamos a los niños y jóvenes que no vivan inmersos en la tecnología si el mundo se mueve por la tecnología”, dice en un salón del Instituto Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara. Este peruano vino a la ciudad para participar del Primer Foro Internacional Condiciones del Espectro Autista, y para dar un mensaje claro: esta es una era autista, y eso no es malo.

“Entre mayor cantidad de cosas electrónicas, mayor cantidad de personas con rasgos autistas. ¿Por qué? Porque en ellas encuentran constantes, sistemas, regularidades y un cerebro-mente que se encuentra más preparado (por encima de la media) a sistematizar”, dice Reaño.

Una analogía sencilla es aceptar la Neurodiversidad como aceptamos con naturalidad la convivencia de distintos Sistemas Operativos en nuestros ordenadores: los hay Linux, iOS y OS de Mac, Windows y Android.

“Nosotros somos sistemas operativos”, dice el Dr. Reaño ante una imagen de un cabeza humana con un botón de encendido dibujada en la calva.

La estigmatización de la condición autista, como muchos rasgos psicológicos detectados por los psiquiatras o psicólogos, proviene de su diagnóstico original.

En el caso del autismo los primeros diagnósticos fueron elaborados de manera paralela por Leo Kanner y Hans Asperger; y mientras Kanner se fijó más en pacientes infantiles y juveniles, achacando la condición a causas médicas y de apego a los padres, Asperger se centró en los rasgos de excepcionalidad de los pacientes, convirtiendo al “Síndrome de Asperger” en una especie de condición para ser “genio”.

El resultado de estos diagnósticos fue la imagen del Autismo como una “enfermedad” que afectaba a los “genios”, y no como lo es, una condición neurológica que es muestra de que la diversidad del ser humano va más allá de la pigmentación de la piel, la identidad sexual o el idioma.

En el libro “Neurotribus” Steve Silberman , periodista de Wired, afirma que el 10 por ciento de las personas nacidas en Sillicon Valley, lo hacen con autismo. ¿Condición genética para la genialidad? No, rasgo de la diversidad neuronal de la especie humana.

“El mundo electronal es más democrático porque permite que todos seamos creadores. La comunicación es plena, porque el receptor no es pasivo. La escribalidad es mercantilista, quiere imponerse como modelo único”, dicen los lingüistas Juan Biondi y Eduardo Zapata, estudiosos latinoamericanos de la electronalidad.

¿Es el mundo más autista? ¿Hay una plaga? Aprendamos de los errores pasados, dicen los investigadores de la condición autista que se congregaron la semana pasada en Guadalajara. Simplemente hoy somos más conscientes de la neurodiversidad de la especie humana.

Qué NO es el autismo

No están encerrados en su mundo. Simplemente su cerebro procesa las cosas de manera distinta.

No es una enfermedad. No tiene cura porque no es una “mal función orgánica”, es una manera distinta de funcionar.

No es un trastorno epiléptico. Puede encontrarse epilepsia en una persona con rasgos autistas, pero no es un síntoma o condicionante de ello.

No implica discapacidad intelectual. Son capaces de aprender, sentir, pensar y razonar. Todo de manera distinta.


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